Al oír las palabras «dormitorio juvenil», lo primero que pensamos los padres es en lo rápido que crecen nuestros hijos.
Cuando son pequeños nos hace mucha ilusión prepararles su habitación y decorarla con motivos infantiles.
Pero cuando nos queremos dar cuenta nos están pidiendo cambiar el cuadro de Mickey Mouse por un póster de un grupo de música.
Para nosotros los padres es momento de superar el trauma y ponernos manos a la obra.
En el blog de hoy os damos algunos trucos y consejos para convertir el dormitorio infantil de nuestros hijos en un dormitorio juvenil.
La adolescencia es una época complicada en la que los jóvenes sufren muchos cambios, están encontrando su lugar y definiendo su personalidad y en ese proceso, su dormitorio es una pieza importantísima.
A partir de este momento, su habitación es un pequeño refugio para ellos.
Empiezan a pasar más tiempo en ella, tienen más deberes y más que estudiar y además les gusta disfrutar de su intimidad.
El primer paso es hacerle un lavado de cara al dormitorio para su transformación en dormitorio juvenil.
Deberemos deshacernos de cuadros o adornos infantiles.
Peluches y muñequitos dejarán de estar a la vista para ser guardados en alguna caja.
Si las paredes están pintadas de algún color como azul o rosa, es conveniente cambiarlo por uno más claro y neutro como blanco, beige o gris claro.
Con esto ya le daremos un aire más adulto.
El primer paso sería cambiar la cama. Habitualmente las camas infantiles, además de ser más pequeñas, son más básicas.
Es importante aprovechar y cambiarla por una cama que nos ofrezca más posibilidades.
En primer lugar, podemos cambiarla por una cama-nido que incorpore otra cama debajo. Así podrán invitar a sus amigos a dormir a casa.
Podemos completar el compacto con cajones, cualquier espacio extra de almacenamiento será bienvenido.
Y es que, en ese sentido, el tema del almacenaje es muy importante en un dormitorio juvenil.
Comienzan un periodo en el que su ropa y sus posesiones son muy valiosas, por lo que disponer de un buen armario en el que lo tengan todo a mano y en orden es imprescindible.
Si el espacio nos lo permite, sería genial incluir algún pequeño sofá o varios puffs para cuando esté pasando el rato con sus amigos.
Conforme nuestros hijos van creciendo, también van teniendo más responsabilidades.
Tienen que invertir más tiempo en estudiar, por lo que es importante que tengan un lugar adecuado para ello.
Tenemos que habilitar un espacio con un escritorio, una silla y espacio para que pueda colocar todo lo necesario para realizar sus tareas del cole.
En este punto debemos prestar especial atención a la iluminación.
Lo ideal es que la zona de estudio se encuentre cerca de una fuente de luz natural, pero si no es suficiente, tenemos que colocar luz artificial y asegurarnos que es la necesaria y la adecuada para el estudio.
Evidentemente nosotros no tendremos los mismos gustos que nuestros hijos. La adolescencia es una etapa convulsa en cuanto a cambios y bastante extrema en cuanto a sentimientos.
Es importante darles su espacio y dejar que lo adecúen a su manera.
Como decíamos antes, su dormitorio va a convertirse en su refugio y deben sentirse cómodos en él. Así que hay que dejarles que lo decoren a su gusto.
Que nos acompañen a comprarlo todo, desde los muebles hasta la ropa de cama, así se sentirán partícipes desde el principio del proceso de conversión a dormitorio juvenil.
Si ha llegado el momento de realizar el cambio, visita nuestra web