Por muy disciplinados que seamos, parece que en casa siempre hay algo que hacer y algo que limpiar.
Hoy te damos algunos trucos para tener tu casa limpia y en orden dedicando a penas 15 minutos al día.
Sabemos que la mayoría de los mortales nada más levantarnos no queremos saber nada del mundo.
Pero es importante tener ciertas rutinas que debemos hacer, aunque nos de mucha pereza.
Un de ellas es hacer las camas. Si nos acostumbramos a hacerlo cada mañana, al final cogeremos el hábito y en unos minutos tendremos las habitaciones ordenadas.
Otra acción fundamental es abrir las ventanas y airear la casa. Dejar entrar aire fresco y que se aleje el ambiente cargado de toda la noche.
Con estos dos pasos nuestras estancias ya parecerán otras.
Un truco que nos ahorrará mucho tiempo consiste en realizar estas dos acciones de forma conjunta.
Si estamos en el salón, por ejemplo, comenzamos a limpiar las estanterías y los muebles siempre de arriba hacia abajo y mientras lo hacemos vamos colocando los objetos que no se encuentren en su lugar.
Una buena opción, sobre todo si tenemos hijos, es tener a mano una caja o cesto en el que ir poniendo todos los objetos que no están en su sitio y van en otra habitación.
Por ejemplo, si hay juguetes tirados por el salón, los podemos ir poniendo ahí mientras limpiamos y luego llevarlos en un solo viaje a donde les corresponda.
Una vez hemos sacudido el polvo y hemos quitado los trastos de en medio, podemos barrer y fregar también simultáneamente.
Preparamos los utensilios para realizar ambas acciones y conforme barremos una estancia, la fregamos y pasamos a la siguiente.
Así cuando acabemos con la última habitación ya tendremos varios cuartos ya secos.
Está claro que son sitios de nuestra casa que necesitan de una limpieza más profunda, pero si les realizamos un pequeño mantenimiento diario, cuando hagamos limpieza más a fondo no tendremos que esforzarnos tanto.
En nuestra rutina de limpieza diaria, podemos utilizar unas toallitas desinfectantes especiales de baño para darles una pasada al inodoro y al lavabo.
Además de estar pendiente de cambiar las toallas por otras limpias cada 2-3 días aproximadamente.
En la cocina podemos hacer lo mismo, debemos acostumbrarnos a limpiar los platos o introducirlos en el lavavajillas, después de cada comida, así no se nos acumulará la fregaza.
Una pasada rápida con el plumero y con un producto multiusos para el resto de superficies y cocina como nueva.
Como casi todo en esta vida, el truco está en ser constante.
Si nos acostumbramos a dedicar estos 15 minutos diarios al mantenimiento de nuestra casa, estará limpia y ordenada a diario.
Esto no quita que regularmente hagamos limpiezas más a fondo de cada una de nuestras estancias, prestando mayor atención a armarios, mamparas, campanas extractoras y resto de elementos que necesitan más tiempo para quedar limpios.
Así que ya sabes, incorpora a tu rutina 15 minutos de limpieza diario y tu casa quedará como nueva.