Está claro que, para los que somos padres, nuestros hijos son los reyes y reinas de la casa.
El problema llega cuando nos excedemos en la sobreprotección hacia ellos y ni siquiera permitimos que ayuden en casa.
En el post de hoy te indicamos ciertas responsabilidades que deben de tener los niños en casa y muy especialmente, en su habitación.
Según su edad, los niños pueden ir colaborando en casa, desde tareas más sencillas a más elaboradas conforme van creciendo.
Ayudar a poner y a recoger la mesa, recoger sus juguetes, llevar la ropa sucia donde corresponda…
Son cosas sencillas que pueden hacer perfectamente y que les permitirá familiarizarse con las responsabilidades.
Puede que pensemos que son muy pequeños o que están cansados, y somos nosotros mismos los que, por voluntad propia, terminamos haciéndoles todo.
A pesar de que al principio protesten cuando les indiquemos que nos ayuden, este hábito les será muy beneficioso.
Les ayudará a fomentar su autonomía personal y no depender de nosotros para todo.
Evidentemente, la dificultad de las tareas a realizar, dependerá de la edad de nuestros hijos.
Pueden ayudarnos en infinidad de cosas, desde limpiar el polvo, regar las plantas, fregar los platos, prepararse su mochila para el cole…
Los más pequeños pueden comenzar a habituarse haciendo las cosas más sencillas e ir implicándose más conforme vayan creciendo.
Aunque deben saber que tienen estas responsabilidades porque les corresponde como miembros de la familia que son, nunca está de más que se lo agradezcamos y les elogiemos cuando lo hagan.
De este modo se sentirán realizados y no interpretarán estas responsabilidades como algo negativo.
Aunque nuestros hijos se encarguen de diferentes tareas dentro de casa, su habitación y su mantenimiento deben de ser, en la medida de lo posible, responsabilidades suyas.
Mientras sean muy pequeños, necesitarán nuestra ayuda, pero conforme vayan creciendo podrán ser los encargados de mantener el orden y la limpieza de sus dormitorios.
– Recoger los juguetes una vez se ha terminado de jugar y dejar cada cosa en su sitio.
Tras una tarde de juego y diversión en su habitación, hay que devolver cada cosa a su lugar y dejar la habitación tal cual estaba.
– Ordenar su ropa.
Guardar el pijama en sus sitio cuando se lo quite y llevar su ropa sucia al cesto, no dejarla por ahí tirada.
Según vayan creciendo, también pueden guardar su ropa en el armario o donde corresponda.
– Limpiar el polvo.
Puede que no lo hagan perfecto y nos toque dar un repaso a nosotros después, pero desde pequeñitos podemos habituarles a que limpien con un trapito o un plumero el polvo superficial.
– Hacer la cama.
Si son pequeños podemos empezar porque nos ayuden a estirar las sábanas, a poner la almohada, a colocar los peluches…
Con 6-7 años podrán hacerse su cama sin problema.
– Hacer solos los deberes.
Quizá ésta no es una tarea de casa en sí, pero si es algo que hay que hacer y que, actualmente, para los padres supone una obligación más como poner la lavadora, por ejemplo.
No decimos que no les ayudemos si tienen alguna duda o dificultad, pero no hay que excederse porque al final.
Muchos padres terminan haciéndoles los deberes a sus hijos.
Es bueno que se acostumbren a hacer sus tareas del colegio y a estudiar con cierta independencia.
Lo importante es que aprendan desde pequeños que forman parte de una familia y que hay que colaborar para que todos estemos felices en casa.