Todos los que tenemos hijos pequeños sabemos que tarde o temprano llega el momento de que duerman solos en su habitación.
Por desgracia, no todos los niños asumen este cambio de igual manera.
En el post de hoy te damos algunos consejos para que tu hijo duerma solo en su cuarto.
Lo primero que debemos preguntarnos son los motivos por los que nuestro hijo no quiere dormir en su habitación.
Normalmente, la razón es porque tiene miedo, bien a la oscuridad, a monstruos, a estar solo…
Es completamente normal que siendo pequeños aparezcan esos miedos.
Puede que haya tenido alguna pesadilla por alguna película que ha visto y le ha impresionado más de la cuenta, reviviendo esa pesadilla al quedarse solo en el dormitorio.
También puede deberse a la costumbre.
Si hasta el momento había dormido en la habitación con nosotros, pasar a dormir solo, en una habitación distinta es un cambio importante.
Debemos intentar que esa transición sea lo menos brusca posible.
Si nuestro hijo es muy pequeño puede que no entienda el motivo por el cuál lo cambiamos de habitación.
Puede que se sienta “abandonado” o poco querido al verlo como un castigo.
Hay que explicarle que va a cambiar de habitación e implicarle en el proceso.
Que nos ayude a elegir elementos como las sábanas, que cuelgue algún póster o cuadro que le guste…
Lo importante es que desde el principio sienta que ese espacio es suyo.
Nos aseguraremos de que el ambiente en el dormitorio es adecuado y de que no hay nada que pueda interrumpir su sueño como ruidos o una mala temperatura.
Si ha tenido algún episodio de pesadillas o miedo, debemos pedirle que nos lo cuente.
Le diremos que estamos justo al lado y que nada le va a suceder.
Si su miedo es a la oscuridad, podemos ponerle una lucecita o lamparita de noche.
Las rutinas son imprescindibles para los niños, debemos intentar que el ambiente previo a irse a dormir sea lo más tranquilo y relajado posible.
Seguir el mismo orden todos los días de un baño, una cena ligera, un cuento, quedarnos un ratito con él haciéndole mimos… le hará sentir calmado y seguro.
Cuando nuestro hijo consiga dormir solo en su dormitorio debemos hacerle saber que estamos muy contentos.
Debemos felicitarlo por lo bien que lo ha hecho, de este modo sentirá que su esfuerzo ha valido la pena.
Además asociará el dormir en su habitación con algo positivo al ver la alegría de sus papás.
Incluso podemos darle algún “premio” si lo creemos conveniente, no quizá un regalo físico, pero si una recompensa como llevarlo a algún sitio que sabemos que le gusta.
Cuando nuestros hijos son pequeños, hasta el más mínimo paso que se sale de su rutina es un gran reto para ellos.
Por eso debemos tomarnos los cambios con tranquilidad y paciencia y celebrar cada pequeño logro que consigan, porque para ellos será toda una conquista.