El invierno prácticamente ya está aquí, desde hace algunos días notamos la bajada de temperaturas y como cada vez va haciendo más frío.
A los más pequeños toca abrigarlos bien para salir a la calle, pero a veces notamos que el frío está en nuestra propia casa.
En el post de hoy te damos algunos consejos para preparar el dormitorio de los niños de cara al invierno.
Para que no pasen frío y disfruten del descanso del sueño.
Obviamente, lo primero que debemos hacer es poner en sus camas la ropa de cama adecuada para esta época del año.
Sábanas de franela o de cualquier otro material que harán que nada más entrar en la cama, se encuentren calentitos y a gusto.
Las mantas y los nórdicos no pueden faltar para que estén bien abrigados y duerman plácidamente.
Aquí podíamos incluir las alfombras. Los suelos de baldosas se quedan helados y proyectan el frío.
Crearás un ambiente más cálido en el dormitorio poniendo alguna alfombra.
Abrir las ventanas para que entre un poco de aire y la habitación se ventile es fundamental.
Pero en invierno bastará con que esa acción dure unos pocos minutos.
Si dejamos la ventana abierta durante mucho tiempo, lo único que conseguiremos es que el cuarto se vaya enfriando.
Respecto a las ventanas, es importante cerciorarse de que cierran correctamente y que no existe ninguna rendija por la que el frío pueda colarse.
Inconscientemente, una estancia con pocos muebles y paredes desnudas nos transmite poca calidez.
Pon cuadros y estanterías en las paredes y el dormitorio de tus hijos resultará más acogedor.
Si no te gusta tener la calefacción encendida durante toda la noche porque termina por resecar demasiado el ambiente, puedes encenderla un ratito antes de que los niños se vayan a la cama.
Caldeará el ambiente y hará que el dormitorio tenga la temperatura ideal para entrar en calor y conciliar el sueño.
No pasar frío a la hora de irse a la cama, no solo depende de las condiciones de la habitación.
Darles un baño o que tomen un vaso de leche calentita antes de ir a dormir les ayudará a mantener la temperatura corporal alta.
Son pequeñas acciones que podemos realizar y que harán que nuestros hijos se sientan más cómodos a la hora de irse a la cama.
Esto junto con una buena adecuación de su dormitorio, hará que duerman tranquilos y calentitos.