Los que tenemos perro en casa sabemos que, sobretodo cuando son pequeños, suelen morder cualquier mueble que encuentran en su camino.
En el post de hoy te contamos los motivos que les pueden llevar a hacerlo y algunos trucos para evitarlo.
Los cachorros se asemejan en este sentido a los bebés, les produce un gran alivio morder objetos para calmar el dolor que sienten porque les están saliendo los colmillos.
Cuando ya crecen, lo siguen haciendo para afilarlos, además que les encanta morder y el acto de masticación.
Para ellos también es una acción para reconocer la casa durante los primeros meses o puede que simplemente quiera llamar nuestra atención.
En casos minoritarios puede haber algún problema de hiperactividad o de ansiedad.
Esto puede darse en perros que pasan mucho tiempo solos en casa y encuentran en morder los muebles una forma de desahogarse.
Primero debemos entender cuál es el motivo exacto por el que nuestro perro siente la necesidad de morder los muebles.
Si es cuestión de que se siente solo e intenta llamar nuestra atención debemos intentar pasar más tiempo con él.
Al decidir tener una mascota tenemos que ser conscientes de que requerirá una inversión de tiempo por nuestra parte.
Si pasamos todo el día fuera de casa y sólo estamos a última hora del día, igual no es la mejor situación para tener un perro.
Si el motivo es el dolor en las encías, debemos darle alternativas para que no muerda los muebles.
Podemos comprarle mordedores, hay de muchos tipos y seguro que encontraremos alguno que sea de su agrado y haga que se olvide de los muebles.
Cuando muerda el juguete que hemos comprado para él, podemos reforzarle ese comportamiento con algún premio.
Así entenderá que el mordedor es lo que debe morder y no cualquier otra cosa.
La actividad física es muy importante para un perro, si es un problema de hiperactividad.
Es bueno jugar con él para que queme esa energía y se sienta bien.
Además podemos aprovechar para hacer ejercicio nosotros mismos.
Si todas las medidas anteriores no funcionan, podemos poner otros remedios.
Si tenemos alguna zona libre de “tentaciones” para nuestro perro, podemos cerrar las puertas de el resto de estancias para que no pase.
Esto siempre y cuando el lugar donde se va aquedar nuestra mascota sea lo suficientemente espaciosa para que se encuentre cómodo.
Podemos usar repelentes naturales.
En ningún caso van a resultar tóxicos para nuestro perro.
Rociar las zonas donde suele morder con vinagre, con limón o con pimienta roja ligeramente diluida en agua.
Esto disuadirá a nuestra mascota.
También existen sprays especialmente fabricados para este fin que podemos aplicar sobre nuestro muebles y que harán que nuestro perro desista de morderlos.
Podemos proteger las zonas del mueble donde suele morder con algún material resistente que le impida llegar hasta propio mueble.
Como última opción podemos pedir ayuda a un profesional que eduque a nuestro a perro y nos ayude a gestionar la situación.
En cualquier caso, si encontramos a nuestro perro mordiendo los muebles no debemos castigarlo.
Él lo hace por alguno de los motivos que hemos comentado y no entiende que lo que hace está mal.
Así que paciencia con nuestro perrito y a proteger nuestros muebles hasta que aprendan que no deben morderlos.