Los dormitorios juveniles son el espacio más personal de nuestra hija o nuestro hijo, su espacio, su intimidad.
Y también su refugio en el periodo de turbulencias que es la adolescencia.
Como padres, debéis tenerlo muy en cuenta, y siempre contar con la opinión de vuestros hijos, al escoger el mobiliario de la habitación juvenil.
Donde recuperar energías después de la jornada escolar, al terminar las actividades extraescolares.
O después de un fin de semana fuera de casa visitando a la familia.
Tanto si se utiliza para hacer una breve siesta después de comer, leer una revista, o acostarse de noche para dormir, debe configurarse para que la cama ocupe el espacio principal y sea la protagonista.
El dormitorio juvenil cumple la misma función que la habitación de matrimonio de los padres.
Es imprescindible facilitar todos los elementos necesarios para hacer las tareas de clase.
Los deberes que mandan los profesores a los alumnos, y estudiar para superar los exámenes periódicos.
Todas las tareas que requieran y le exijan un esfuerzo intelectual, debe poder realizarlas en su habitación juvenil.
El dormitorio juvenil tiene asignada la misma función que un despacho en casa para los adultos.
Por este motivo, además de la cama más confortable y cómoda posible, debemos considerar muy seriamente las posibilidades de un escritorio,
También una mesa de trabajo o estanterías para los libros.
Incluso, conseguir una separación entre el espacio de trabajo y estudio diferenciado del lugar de descanso y reposo.
Aunque nuestros hijos crezcan demasiado rápido, para nuestro gusto como padres, no debemos olvidar que, a pesar de haber alcanzado ya la adolescencia, continúan siendo niños.
Para ellos el juego, el ocio, el entretenimiento continúan siendo fundamentales.
¡Y también para nosotros como adultos.
El dormitorio juvenil debe ser lo suficientemente espacioso para entretenerse.
Y para poder jugar sólo o con amigas y amigos, donde no falte el toque divertido.
Las posibilidades de versatilidad del mobiliario, las maneras que haya para moverlo, configurarlo o combinar varios muebles entre sí, condicionará mucho al dormitorio juvenil como espacio de juego.
Y aunque en un primer momento quizás no lo creas, la selección de unos colores u otros puede ayudarte mucho en conseguirlo.